Forestación

Nuestras raíces vienen de los árboles

Desforestación, forestación y reforestación en Ciudad de la Costa

* 1/10/2021 por Carlos Schiaffarino

El poeta cubano José Martí dijo que «hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro», como una manera de decir que nos recordarán por nuestras obras, nuestras acciones y nuestros ejemplo, dejar nuestra huella es parte de la vida. Estas tres acciones también se interrelacionan: si llegáramos a escribir y editar un libro, deberíamos utilizar papel, y solo podemos conseguirlo si se plantan árboles. Y, en el caso de plantar un árbol, lo haríamos con el fin de que las futuras generaciones lo disfruten y lo cuiden.

Vivimos en una zona del departamento que impulsó en el pasado a que sus habitantes cumplieran con una de estas tareas: plantar miles y miles de árboles. Hoy, después de tantos años, disfrutamos de esta verdadera ciudad jardín.

Pero, ¿por qué es importante la presencia del árbol en la ciudad? Con la ayuda de los árboles y bosques urbanos se reducen efectos como la contaminación del aire, las islas de calor generadas por las construcciones humanas o riesgos por inundaciones. Los bosques periurbanos también proporcionan grandes beneficios como la captura de grandes cantidades de agua.

Hemos conversado con la concejala de nuestra ciudad, la antropóloga Victoria Espasandín. Victoria nos comenta la importancia del arbolado en la ciudad: «Los árboles cumplen un servicio público fundamental, permiten el desarrollo de la vida social en el espacio urbano, el arbolado ejerce efectos positivos sobre las condiciones ambientales urbanas: regulan las temperaturas extremas, proveen sombra y reparo, son refugio de flora y fauna, atenúan y filtran los vientos, reducen los ruidos, infiltran agua, purifican la atmósfera por la captación de partículas de polvo, aportan a la conservación de la biodiversidad.

Una ciudad verde es una ciudad saludable, amigable y que contribuye a la sostenibilidad ambiental. Es imprescindible el compromiso individual y colectivo en la construcción de un futuro sostenible y cuidadoso del patrimonio ambiental de nuestra ciudad».

Los arboles también tienen un beneficio de carácter social, crean sentido de pertenencia e identidad. Las personas que viven en un barrio o en una ciudad pueden sentir que ciertos árboles forman parte de su historia y de su cultura, razón por la cual desean preservarlos. Incluso el nombre de un lugar puede asociarse a un árbol que lo caracteriza: El Pinar, Sauce, Canelones, por mencionar algunos.

Este Municipio ya ha generado diferentes acciones, Victoria nos comenta las siguientes: una propuesta de restauración dunar. El Municipio apoyó la acción de la vecindad y organizaciones sociales en la generación de cercas captoras de arena para la restauración de dunas. Esta acción implica el control de especies exóticas invasoras en la franja costera, mediante la poda se debilita la población, sobre todo de Acacias longifolia, lo que favorece el desarrollo de flora nativa al eliminar la competencia por recursos. Son preocupantes las invasiones biológicas en el ecosistema costero, algunas desde hace años, como el caso de las Acacias longifolia y otras recientes como el caso del ricino y la caña. Desde el Municipio, en estos últimos meses del año, apoyaremos un proyecto más amplio en este sentido. Las jornadas de restauración dunar que acompañamos fueron muy emocionantes, en ellas aprendimos, compartimos, nos comprometimos con nuestra costa.

Otra actividad que acompañamos desde el Municipio fueron las dos jornadas de Plantatón, en las que se plantaron unos 450 árboles nativos en la franja costera, a la altura de San José de Carrasco; en ella participaron muchas niñas y niños con sus familias, otras instancias de gran aprendizaje y compromiso colectivo por nuestro entorno.

En este momento, tenemos 100 ejemplares, casi todas especies autóctonas, donadas por el vivero municipal cuyo destino serán espacios públicos definidos en base a solicitudes llegadas al Municipio. Son muchos los proyectos que llegan de la comunidad para forestar espacios públicos, con fines ornamentales o bosques comestibles. Hay mucho por hacer, pero son muchos los miembros de la comunidad comprometidos con esto».

Si entendemos la importancia del árbol en nuestra ciudad, nos daremos cuenta de que la responsabilidad de su conservación y reproducción no es solo de las autoridades municipales, departamentales y/o nacionales. Es mucho lo que podemos hacer desde nuestras organizaciones barriales: comisiones de fomento, clubes deportivos, desde las instituciones educativas: escuelas, colegios y liceos. Y, por supuesto, desde nuestra propia acción. Todos tenemos, seguramente, un árbol para cuidar, o un espacio para plantar.

Victoria nos comenta de los planes del Municipio: El Plan de forestación La Costa Verde tiene como objetivo llegar durante el 2021 a la plantación de al menos 5.000 ejemplares en toda la ciudad. El proyecto se sustenta en la participación ciudadana, la educación ambiental y el mejoramiento de los espacios públicos.

Mediante la participación, se busca propiciar la identificación y el involucramiento de la vecindad en el cuidado y conservación del arbolado y los espacios verdes públicos, promoviendo la conciencia ambiental y el mejoramiento de calidad de vida de quienes habitamos la Ciudad de la Costa.

El plan propone instancias de forestación con capacitación ambiental sobre cómo debe realizarse una adecuada plantación de acuerdo a las características de cada zona y promoviendo el disfrute ambiental, paisajístico, recreativo y cultural que las especies arbóreas brindan. En el proyecto, los vecinos son protagonistas, tanto en la plantación como en el cuidado de las especies. Incorporar a la comunidad local, mediante la concientización sobre la importancia de estas acciones, es clave para la sostenibilidad de los proyectos que se ejecutan en el territorio.

Es mucho y muy ambicioso lo que el Municipio se plantea. No solo dependerá de las autoridades que el plan se lleve a cabo. Seguramente, este sea solo una primera semilla para todo lo que hay que hacer.

Cuando estoy terminando de escribir este artículo, un golpe seco y profundo interrumpe el canto de los pájaros: un nuevo vecino llega a El Pinar. Seguramente escapando de la capital y el asfalto, encantado de estar más cerca de la naturaleza. Paradójicamente, su primera acción es talar los pinos y aplanar la pequeña duna de su terreno.

Deberíamos replantearnos nuestra forma de llegar, estar y vivir en esta ciudad.

Para ampliar este trabajo periodístico, compartimos:

  • La entrevista a la concejala Victoria Espasandìn
  • Canelones Arbolado – Recomendaciones y sugerencias para el cuidado y el disfrute de los espacios verdes del departamento. Este documento ha sido elaborado con base en la Ordenanza Forestal del Departamento de Canelones (Decreto n° 0012/2017), su modificación (Decreto n° 0005/018) y su reglamentación, (Resolución 18/080107).

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