Un árbol, un amigo

mil árboles, una ciudad amigable

12.08.2022 Entrevista: Carlos Schiaffarino y Juan Oliveras/ fotos: Alejandro Denes

La Comisión de Fomento de Shangrilá nos tiene acostumbrados a los grandes proyectos. Lo que al principio comenzó como una propuesta para su entorno, fue tomando fuerza y se convirtió en un desafió enorme para toda la Ciudad de la Costa: la presentamos el Proyecto Canelón y su desafió de plantar mil árboles nativos.

No es la primera acción que la Comisión hace de este tipo, hay una historia detrás que va muy ligada a su razón de ser. Conversamos con Graciela Moreira y María Inés Botta, integrantes de la Comisión e impulsoras del Proyecto Canelón.

Comienza contándonos los antecedentes de este proyecto: «La Comisión hace un tiempo viene trabajando en la creación de un bosque comestible». Este pequeño bosque comestible está instalado en el mismo predio de la Comisión, y solo tiene árboles frutales nativos.

Esta experiencia les hizo visualizar el gran interés que despertaron en los vecinos los árboles nativos. Tienen arazás, guayabos, pitangas, diferentes árboles que plantaron y que ya les han dado sus frutas. Han visto cómo los vecinos —y, sobre todo, los niños— observan todo el proceso y, lo fundamental, también las degustan.

Este proceso las llevó a darse cuenta de la necesidad que tienen los vecinos de conocer nuestros árboles nativos; por otro lado, reconocen que ellas mismas se dieron cuenta lo poco que conocían al respecto. Con esta experiencia, comenzaron a generar un proyecto mucho más ambicioso, y les pareció muy interesante que fuera más allá de Shangrilá.

El Proyecto Canelón es bastante ambicioso, pretende arbolar toda la Ciudad de la Costa de forma diferente a la que tenemos actualmente. Se plantea darles especial énfasis a los árboles nativos, ya no solo comestibles. Otro antecedente importante fue la presentación de la Comisión en un llamado a proyectos impulsado por el Municipio. El llamado Manos a la Huerta, en el que siete huertas de Ciudad de la Costa se encontraron para presentar juntas un proyecto de fortalecimiento de las huertas comunitarias de la Ciudad de la Costa. Lograron presentar un único proyecto, y de ahí surgió un apoyo económico por parte del Municipio. Todos debían presentar en qué se iba a usar los fondos. Shangrilá presentó la posibilidad de realizar un cerco natural de guayabos y otro de arazá. Van a plantar más de cien árboles, un cerco que rodeará todo su terreno.

Todas estas experiencias han sido antecedentes al Proyecto Canelón. Graciela reflexiona: «Vimos que nuestra sociedad tiene mucha inquietud en los temas de medio ambiente y el cuidado de nuestra naturaleza, al principio fue como un sueño: plantar mil árboles nativos. Si bien no sabemos si vamos a llegar a mil, o quién dice, capaz que superarlos. La idea es plantar muchos árboles en toda la ciudad».

Es importante valorar el arbolado como regulador térmico natural. También nos protege de las lluvias y los vientos. Es un importante amortiguador de las lluvias intensas, porque evita las inundaciones, tan frecuentes en nuestros terrenos. El agua cae en la copa y queda parte retenida, y luego también es absorbida por las raíces. Como vemos, son muchas las ventajas; a veces se ven como problemas, sobre todos los riesgos por caídas que últimamente son más frecuentes por los vientos, la misma desforestación y la edad de muchos de los árboles de la ciudad.

«Una de las cosas lindas de este Proyecto es que plantando un árbol hoy, su sombra va ser para las generaciones futuras.»

Greempeace plantea la regla «3-30-300». Plantean que cada persona debería ver al menos 3 árboles desde su casa, tener 30 % de cobertura vegetal en su barrio, y estar a 300 metros de un parque decente. La Organización Mundial de la Salud dice que para tener buena salud, se aconseja estar por lo menos 120 minutos a la semana en espacios verdes. Es decir que es vital que  la gente tenga acceso a espacios para estar en contacto con los árboles, con la naturaleza. En nuestra ciudad, con la obra de saneamiento, disminuyeron los espacios verdes, se tiraron muchos árboles. Vemos con mucha preocupación el corte de árboles muy importantes, cuestión que nos da mucha pena. El Proyecto Canelón busca revertir este proceso.

Una cuestión que consideran sustancial es el involucramiento del vecino. La Intendencia o el Municipio pueden plantar muchos árboles, pero sin el cuidado de esos nuevos árboles es imposible que crezcan y se fortalezcan. Tienen confianza en que esto se logrará, porque parten de que este tema es sentido y querido por los vecinos. Hay que organizar, coordinar y volver a organizar a los vecinos.

Una de las cosas lindas de este Proyecto es que plantando un árbol hoy, su sombra va ser para las generaciones futuras. Graciela nos cuenta un ejemplo de un vecino que tiene en el terreno un olivo que ya tiene trescientos años. Nos podemos preguntar ¿quién plantó ese árbol?, ¿nuestros abuelos o sus abuelos? Es fantástico, cuando plantamos un árbol, lo hacemos para nosotros, para nuestros hijos, para la humanidad. Graciela y María Inés están convencidas y nos dicen: «Si logramos que los vecinos entiendan esto, el proyecto va ser muy exitoso». Esto también sucede por el hecho de  generar una comunidad, pues van a surgir dificultades, y sería muy bueno que hubiera una red para plantear problemas y discutir soluciones.

El Proyecto se plantea llegar a plantar mil árboles, este número es un número simbólico, se llegará a esa cifra o quizás más, el desafío enorme. Alcanza con compararlo a lo realizado en el anterior quinquenio, en el que la Intendencia llegó a un número de ochocientos en todo el período, y fue uno de los de mayores plantaciones. Esto ilustra el gran desafió. Además, siempre ha existido el problema del cuidado, lamentablemente no todos los árboles plantados sobreviven.

También, y de acuerdo a experiencias anteriores, es muy importante saber definir con precisión los lugares a plantar, sabiendo de antemano que no se realizaran obras en el futuro cercano. En este aspecto se ha coordinado con la Intendencia, en particular con Martín Barindelli, director de Espacio Públicos, para definir unos setenta espacios posibles para intervenir. Puede haber nuevos espacios, pero deben tener el aval de la Intendencia que sabe las proyecciones futuras de ese espacio. Esto es importante, más en una ciudad que está en constante construcción. Esto también es importante en lugares que hoy son plazas sin mucha intervención, pues puede ser que esté proyectada una cancha, una zona de bancos, etcétera. La intención es determinar, en estos espacios, uno para árboles.

El proyecto ya tuvo su lanzamiento el pasado 25 de junio, en el hall central del Centro Cívico, en el que participaron autoridades de la Intendencia: Rodrigo Amengual, director de Vivienda y Planificación Territorial, Martín Barindelli, director de Espacios Públicos, y la alcaldesa Sonia Misarían. También se lanzó en la página web de la Comisión de Fomento de Shangrilá, junto con diferentes formas de colaborar: donando árboles, donando dinero, apadrinando o amadrinando para cuidar uno o varios árboles, voluntariado para plantar o tareas logísticas. 

Link: https://www.centroculturalshangrila.com/events-1/proyecto-canelon

Ya se están recibiendo aportes de forma individual y también por suerte de empresas. La fundación Verde fue la primera en hacer una donación, ni bien se enteró de la idea dio su apoyo. Hasta han manifestado que si esto continúa en el tiempo, seguirán apoyando. María Inés nos comenta: «Nosotros no dejamos de soñar, y está la idea de darle continuidad al proyecto, quizás no solo con árboles nativos. Soñamos una ciudad mucho más arbolada. Yo, a veces, que camino por La Floresta en verano, es un placer disfrutar de la asombra de esos enormes árboles. El ambiente es fresco e invita a caminar. En nuestra ciudad en pleno verano es difícil caminar, y muchas veces nos obliga a trasladarnos en auto. No solo en verano, en el invierno el frío y el viento tampoco invitan a caminar».

Es importante valorar el arbolado como regulador térmico natural. También nos protege de las lluvias y los vientos. Es un importante amortiguador de las lluvias intensas, porque evita las inundaciones, tan frecuentes en nuestros terrenos. El agua cae en la copa y queda parte retenida, y luego también es absorbida por las raíces. Como vemos, son muchas las ventajas; a veces se ven como problemas, sobre todos los riesgos por caídas que últimamente son más frecuentes por los vientos, la misma desforestación y la edad de muchos de los árboles de la ciudad.

«El Proyecto se plantea llegar a plantar mil árboles, este número es un número simbólico, se llegará a esa cifra o quizás más, el desafío enorme.»

En este sentido, es importante considerar que los árboles nativos no tienen tanto porte, y son más tolerantes a los vientos fuertes. Los árboles nativos no llegan a medir más de más de 30 metros, como los pinos o los eucaliptos, aunque sí se pueden dar ceibos de más de 20 metros, pero este crecimiento se da solo en zonas de quebradas. La idea es traer un poco el monte a la ciudad, y poder contemplar ese tipo de árboles en nuestras calles.

Graciela nos comenta: «Como dijimos, estamos en la etapa de divulgación e inscripción. También se están dando cursos, el otro día vino Andrés Berruti, que nos brindó una charla sobre árboles nativos, pero esto va tener continuidad: charlas sobre la plantación, sobre los frutos, sobre su uso gastronómico». Es importante destacar que el Proyecto se está realizando en conjunto con la Intendencia Municipal de Canelones y el propio Municipio de la Ciudad de la Costa. Ellos también van a disponer de diferentes profesionales para apoyar y asesorar.

Se ha divido la ciudad en cuatro áreas, en cada una de ellas se realizará un lanzamiento y cursos en apoyo a los vecinos. Las zonas que están determinadas son: zona 1 (arroyo Pando hasta Pérez Butler), zona 2 (Pérez Butler hasta Márquez Castro), zona 3 (Márquez Castro hasta avenida Artigas y Aerosur) y zona 4 (avenida Artigas y Aerosur hasta Recine). Las inscripciones se están segmentando por estas zonas, para saber con cuántos vecinos se contará en cada una de ellas. Lo importante es que ya se ha avanzado mucho, ahora viene la parte de comenzar a concretar. Siempre con la seguridad de que el árbol plantado va a crecer y fortalecerse.

En cuanto a cómo canalizar las donaciones, se ha encontrado que muchos vecinos ya tienen sus propias plantas de árboles que han venido reproduciendo, es por ello que ya han recibido lindas contribuciones de vecinos. Por ejemplo, una vecina de Lagomar donó veinte arazás. Algunos vecinos también cuentan que tienen una pitanga y alrededor tienen muchas pequeñas pitangas, a ellos hay que llegar para mostrarles cómo se reproducen. Se ha pensado, asimismo, que se necesita un espacio para cuidar y fortalecer esos pequeños platines hasta que lleguen a un tamaño que permita su plantación.

Ahora se está haciendo todo a contrarreloj, ya que lo recomendable es realizar la plantación en los meses de agosto y setiembre, después de que pasen las heladas de invierno. Se han planteado algunas etapas: una en primavera y luego prepararse para otra gran plantación en otoño. Sería posible también una plantación en verano, seguramente en diciembre, con especies de palmeras. Las plantaciones de primavera debemos cuidarlas mucho en las sequias de verano, ahí se precisará de la mano y el compromiso de los vecinos.

Es importante resaltar que todo el trabajo que realizan desde la comisión es enteramente voluntario, y que todos los recursos financieros que se consigan serán destinados exclusivamente para la compra de árboles. La Intendencia sí pondría el compost, hay otros nutrientes que hay que conseguir; por ejemplo, el TerraCottem, que contiene componentes nutritivos, estimulantes e hidroabsorbentes que ayudarían en lugares con poca agua.

Terminamos hablando e intercambiando sobre cómo acercar a más y más vecinos. El desafió es enorme. Hay un proverbio chino que se aplica y mucho a este proyecto: «La mejor época para plantar un árbol fue hace fue años. La segunda mejor época es ahora».

  1. Centro de Estudios https://www.ceuta.org.uy
  2. https://es.greenpeace.org/es/noticias/regla-3-30-300-ciudades-verdes
  3. Fundación verde: https://www.movidaverde.com/

4. El proyecto se reúne todos los viernes a las 18 h en el Centro Cultural Shangrila / Comisión Pro-Fomento de Shangrilá. Email: shangrila.comisionfomento@gmail.com WhatsApp: 092 223 026

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