foto: © Gianni Schiaffarino

La reina ha muerto, larga vida al rey

20.10.2022 Texto: Daniel Parada

Aún hoy, en el siglo XXI, seguimos festejando la asunción de un nuevo rey, que estuvo esperando 73 años, momento en el cual muere su madre, para sustituirla en el trono.

Podríamos decir, sarcásticamente, que empieza a trabajar a la edad de jubilarse, incluso dentro de lo que sería la nueva propuesta de reforma de la seguridad social en Uruguay. Este nuevo rey no es lo que se dice una joven promesa y, si tuviese que acumular treinta años de trabajo para obtener el beneficio jubilatorio, recién lo lograría a los 103 años, ahora entiendo lo de «…larga vida al rey».

¿Qué es la monarquía? La monarquía fue el régimen imperante en la sociedad feudal, una sociedad estratificada, acumuladora de tierra y de producción artesanal, donde se imponía el derecho a la tierra a través de la organización de ejércitos bajo el mando personal del rey. Estos ejércitos tenían como principal objetivo la defensa del monarca y sus bienes y la conquista de territorio. Poco a poco, esas ciudades estado fueron uniendo sus territorios por medio de la conquista bélica y se desarrollaron como grandes comarcas, con el modelo feudal de producción asentadas en la explotación del pueblo (los plebeyos) a los cuales se les cobraba impuestos y parte de la producción de sus tierras a cambio de poder vivir en ellas, además las monarquías contaban con el trabajo de los esclavos para su beneficio.

Las monarquías como forma de gobierno desarrollan, entonces, el rol de unificación de ciudades, estados y regiones. Se caracterizan desde el punto de vista de la estructura de gobierno en la autoridad única, el rey, todopoderoso, autárquico, antidemocrático, sostenido por la iglesia como poder divino. En el devenir de la historia, surge una clase social incipiente la burguesía que disputa el poder con ideas innovadoras y producto de la revolución industrial. Esa clase social es la que origina la revolución burguesa que inicia el desarrollo de la sociedad capitalista; permaneciendo estos dos modelos productivos durante muchos años, inclusive hasta nuestros tiempos en algunas partes del mundo. (Modelo de producción feudal, modelo de producción capitalista).

Las sociedades modernas en medio del desarrollo del capitalismo fueron sustituyendo el modo de producción feudal por el modo capitalista y con ello generando nuevas contradicciones de clases. Con dicho cambio de modelo de producción, cambiaron también las formas de vínculo de las clases sociales y el mundo pasa a tener una cantidad significativa de modelos sociales diferentes. Entre ellos existen países, que vaya casualidad, son los que antaño tuvieron un desarrollo imperial más expansivo en el mundo, en el cual hoy han adoptado un sistema supuestamente democrático republicano pero que siguen teniendo la monarquía como su máxima expresión política.

Por lo expuesto anteriormente, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la monarquía no es otra cosa que un vestigio del período histórico del modo de producción feudal, mantenido por la oligarquía de los diferentes países, que necesitan un aliado político que convalida una propuesta capitalista de desarrollo en las potencias económicas del mundo.

En un país que supuestamente adoptó un régimen de gobierno democrático y republicano, es absolutamente contradictoria la existencia de un rey o reina con todo su séquito. Esta gran estructura que solo tiene un fin político es causa de gastos innecesarios y excesivos en esas economías. Como ejemplo, y a pesar de que los datos obtenidos son subdeclarados y que los valores se intuyen son muy superiores a los publicados, podemos decir que Suecia, Dinamarca y Bélgica tienen un costo anual por el mantenimiento de sus monarquías de 15: (milllones) de euros, Noruega 25: de euros/año, Holanda 39: de euros/año y el Imperio británico 100: de euros/año, de España no se lograron datos totales se calcula un piso de 8: de euros/año(1). 

La monarquía no es otra cosa que un contribuyente a la dominación por parte de los imperios sobre otros países y sobre su propia población. El Imperio británico ha sido uno de los más agresivos en la historia, y mantiene hoy colonias de ultramar, ejemplo de ello son las Islas Malvinas, vergüenza que tiene que soportar América Latina. Inglaterra se considera un país democrático, teniendo una monarquía que limita la capacidad de decisión de otros órganos del Estado. Vemos entonces que la monarquía tiene como efecto limitar la democracia, romper la división de poderes, es falso su rol conciliador para construir gobiernos, son parásitos del estado de alto costo y mantienen un régimen colonial en muchas partes del mundo impúdicamente, para enriquecer las arcas que los mantienen dado que ellos no entran en el proceso productivo.

Veamos como ejemplo interesante, cuál va a ser el salario anual del Rey Carlos III, nada más y nada menos que; 98: de euros por año, el cual se distribuye en 50% líquido para él 49: de euros y el otro 50% entre todos los funcionarios. La Reina Isabel II cobraba de la misma forma e igual monto, pero a esto debemos sumar que la riqueza acumulada de la reina es de 500: de euros, que va a heredar Carlos lo cual está exento de impuestos al igual que cuando Isabel II heredó 70: de euros de su madre. Acuerdo de 1993 gobierno-casa real(2).

Cuánta hambre desaparecería en el mundo si lográramos que desaparecieran las monarquías y su gasto se invirtiera en los más infelices. Se calcula que para combatir el hambre en el mundo deberíamos invertir 11000: de dólares/año. Creo que la humanidad debe tomar en serio el proceso que lleve a erradicar el hambre en el mundo y eso implicaría, entre otras cosas, que debemos eliminar lo superfluo, improductivo e hipócrita de nuestras sociedades(3).

1 – Fuente: <www.elordenmundial.com>
2 –Fuente:< www.marca.com>.
3 – Fuente: <www.efe.com>
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