8M: desigualdades y violencia de género
05.03.2023 Texto: Gabriela Villar
Este 8 de marzo, la central sindical uruguaya única, pit-cnt, convocó por primera vez a un paro nacional de mujeres, de 24 horas, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Esta medida, si bien no solucionará los problemas de desigualdad de género, constituye un acto simbólico «para hacer visible la ausencia de las mujeres en los lugares de trabajo», de acuerdo a lo expresado por la secretaria general del pit-cnt, Elbia Pereira.
La palabra paro proviene del verbo parar, cuyo significado es «detener», «evitar el avance, el movimiento o la acción de algo o de alguien». Esta detención de actividades, paradójicamente, tiene como propósito lo contrario, es decir, con él se pretende avanzar y accionar respecto a un tema tan importante como es la desigualdad de género.
Es, por lo tanto, una oportunidad para hacer un llamado a la reflexión sobre cómo el patriarcado está instalado en nuestra sociedad, en la que se han naturalizado la violencia de género, la desigualdad económica y de participación en los diversos ámbitos en los que se desempeñan las mujeres, problemas a los que se les suman, además, las labores de cuidados dentro y fuera del hogar que no son remunerados.
Nuestro país registra cifras alarmantes en cuanto a denuncias de violencia doméstica y asociadas a ellas: en el periodo que va del 1/01/2022 al 31/10/2022, se realizaron 33.350 denuncias, lo que implicó un aumento de casi 1400 denuncias más que el año anterior en igual periodo. Se registraron 42 homicidios de mujeres, 24 de los cuales fueron femicidios y 11 tentativas, cifra que también fue mayor a las del año 2021. Uruguay es uno de los países con mayor índice de femicidios en América Latina. Es indudable entonces que, a pesar de que ha habido ciertos avances en el ámbito legislativo, no han sido suficientes, puesto que continúa la existencia de abuso contra las mujeres por la sola condición de ser mujeres.
Debemos interpelarnos como sociedad y buscar las causas de este problema, reflexionar también sobre las consecuencias que implica para el país esta situación que se agrava año a año y, sobre todo, exigir como colectivo el compromiso, por parte de las distintas organizaciones y ministerios gubernamentales relacionados con esta temática, de trabajar aunadamente en una solución eficaz que resguarde a las mujeres, hecho que en la realidad y en la práctica no se ha logrado, a pesar de ciertos esfuerzos.
El índice de desigualdad de género (idg) mide dicha desigualdad en tres dimensiones: actividad económica (que refiere a la tasa de participación en el mercado laboral); salud reproductiva y empoderamiento (que refiere al acceso a la educación y a los cargos parlamentarios ocupados por mujeres, en el que Uruguay tiene un porcentaje muy bajo en relación a otros países latinoamericanos). La igualdad de género es un derecho humano básico y, además, su logro tiene innumerables consecuencias socioeconómicas.
Para este año, onu Mujeres —Organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, que promueve la participación de las mujeres en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la vida—, propone el siguiente tema para el Día Internacional de la Mujer de 2023: «Por un mundo digital inclusivo, innovación y tecnología para la igualdad de género».
Constituye un homenaje y reconocimiento a la lucha por el avance de la tecnología transformadora y por el acceso a la educación digital de mujeres y niñas y de las organizaciones de mujeres y feministas. A su vez, pondrá en relieve la importancia de proteger los derechos de las niñas y mujeres en los espacios digitales y de abordar la violencia de género en el medio digital. La inclusión digital es una herramienta clave para un futuro en igualdad, para que todas las personas puedan contribuir y beneficiarse de la herramienta.
El reconocimiento de que las mujeres históricamente han sido relegadas y que existe la imperiosa necesidad de que se lleven acciones que eliminen las brechas entre hombres y mujeres debe sentar las bases para una efectiva igualdad de género. La igualdad supone la modificación y eliminación de todas aquellas circunstancias que impiden a las personas ejercer sus derechos y a tener las mismas oportunidades de desarrollo. La desigualdad que padecen las mujeres se agrava por razones de edad, orientación sexual, raza, etnia, entre otros.
El lema reivindicativo en Uruguay para el Día Internacional de la Mujer en 2023 será: «Feminismo de clase, antirracista y anticapitalista», apostando a visibilizar las claras desigualdades que se dan entre los hombres y mujeres y que urge solucionar. Se hace imprescindible evidenciar esta realidad que día a día nos demuestra que continuamos siendo la misma sociedad patriarcal, conservadora y prejuiciosa que impide avanzar hacia una sociedad de igualdad, inclusiva y con oportunidades para todos y todas.