El Pinar desconectado

23.12.2021 Texto: Ignacio Arturaola

Como buen nostálgico, voy a tomarme la licencia de comenzar esta nota con un recuerdo de mi niñez y recordar el único tablado que existía en la Costa en mi primer verano viviendo aquí. El objetivo es ejemplificar lo distante que El Pinar se encuentra de mucho de lo que pasa en nuestra ciudad.

«Estando en El Pinar, nunca nos enteramos de nada», esa frase de mi madre en mi niñez rebotó en la cabeza hasta hoy. Corría el año 2000 y con mi familia íbamos casi todas las noches al tablado que la familia Mega hacía en San José de Carrasco, en el mismo predio donde hoy se irgue el Costa Urbana Shopping. Era un descampado inmenso, donde lo único que se apreciaba desde Giannatassio era el quiosco que todavía resiste, el aburguesamiento de nuestra querida ciudad.

Una de esas noches de febrero, llegamos al recinto y para nuestra sorpresa estaba todo apagado. Un guardia en la puerta nos indicó que esa noche no actuarían los Adam´s de Luis Alberto Carballo ni Nazarenos quienes, en su debut, contaban con un estelar Ariel Pinocho Sosa. Yo me sentí frustrado y desorientado, no vería a mis ídolos del parodismo y me quedaría sin el algodón de azúcar que muchas veces sobraba al acercarse el final de la jornada y a los niños del tablado siempre nos lo regalaban.

Lo que nos indicó el improvisado portero fue que esa noche había corso en Lagomar, a la altura de Tienda Inglesa, había cientos de vecinos y vimos desfilar comparsas, revistas y un sinfín de conjuntos artísticos de Canelones. No nos habíamos enterado de nada, no eran tiempos de redes sociales pero el altoparlante tampoco había pasado por el barrio rodeado de arena y casas a medio construir. En ese contexto fue que mi madre pronunció la frase que recuerdo hasta hoy.

El Pinar tiene la particularidad de ser el primer balneario de los que hoy conforman Ciudad de la Costa. Según el historiador José María Perello, se inauguró en 1946, seguido de Shangrilá en 1947. Otro rasgo distintivo de este enclave al este costeño es que sus padrones y lotes son de un mayor tamaño que los de otros lugares de la ciudad, lo que le da un valor patrimonial especial que es necesario cuidar y proteger. Cuenta con el Autódromo más importante del país, y en sus comienzos se lo concibió como un lugar exclusivo, estaba pensado que tuviera un club de golf, un aeródromo y un club de tenis.

El Pinar ocupa una extensión de tierra de tres kilómetros y medio en sentido oeste-este, y de cuatro de norte a sur. La población, según el censo de 2011, es de 21.091 habitantes, pero la zona no ha parado de crecer, fundamentalmente hacia el norte en el Autódromo, y en los padrones exclusivos sobre la costa y el arroyo.

Existe cierto rezago en cuanto a la consolidación barrial y a las grandes obras de infraestructura. Si bien es cierto que en los últimos años se han pavimentado algunas arterias importantes, es claro que, de momento, no se contempla una urbanización total ni el saneamiento. Este último depende de la OSE, y siempre la Intendencia va detrás, realizando las obras de infraestructura para el correcto drenaje pluvial.

Hace poco más de un año, la tranquilidad del lugar se vio sacudida por la irrupción de un megaproyecto patrocinado por la firma Gómez Platero. En el video que circuló en la página web del estudio se muestra un complejo de torres con vista al arroyo Pando llamado Dunas El Pinar, que contaría con 26.000 m² y resolvería algunas de las demandas de la población en cuanto a servicios. Todo esto visto desde una concepción proinversiones, pero con el rechazo absoluto de los vecinos de la zona que se han organizado y protestado al respecto.

Hoy el proyecto está caído por diferencias entre sus inversores, pero la posibilidad está latente y el marco jurídico, con las excepciones previstas en la revisión del Costaplan, alientan la posibilidad de que se concrete. Una obra de esa envergadura generaría profundas transformaciones en una zona que está oficialmente catalogada como de Recuperación Ambiental y de Protección Patrimonial. Flaco favor le haría la concreción del proyecto a la convivencia con los vecinos y visitantes de la faja costera, la cual ya se encuentra erosionada por construcciones sobre las dunas como algunas propiedades y el polémico parador Burdeos.

En Canelones existen actualmente 30 municipios, El Pinar integra el de Ciudad de la Costa, que es el más poblado de todos. Existen voces del ámbito de la política y los movimientos sociales que abogan por la creación de un municipio aparte. Este proceso generaría una división y fragmentación que poco ayudarían a terminar de integrar y consolidar una identidad para nuestra ciudad. Si bien el ex balneario decano reúne varias de las condiciones (hasta posee una serie de credencial propia para sus habitantes), tal vez, un camino posible consistiría en la creación de oficinas descentralizadas del Municipio para que los pinarenses puedan realizar sus trámites allí, tal como el Municipio de La Floresta tiene hacia al este.

La presencia del Municipio en un territorio tan grande y densamente poblado generaría una mayor cercanía del tercer nivel de gobierno con la ciudadanía y podría matizar ciertas tensiones en cuanto a la falta de obras para la zona. Esto reforzaría la presencia del Municipio en el territorio y favorecería los procesos de integración ciudadana. Muchas veces, desde El Pinar se observa con bastante distancia a la centralidad municipal y de servicios que se concentra en Lagomar y San José de Carrasco.

Hoy el exbalneario situado al este de la ciudad posee una oferta en términos de gastronomía y ocio de calidad que lo ponen como referencia costense y lugar de visita por su vida nocturna, sus paradores y lugares para comer.

La solución para la integración nunca puede pasar por una mayor división de los barrios que componen nuestra novel ciudad. Sí, en cambio, por aumentar la presencia estatal con cercanía a través de oficinas descentralizadas y de jerarquizar el rol de los centros de barrio para construir una ciudadanía con mayor participación

Instagram
WhatsApp