18 años de Toque
Toque Café, una experiencia de encuentros culturales
15.07.2022 Entrevista: Carlos Schiaffarino
En una de estas mañanas de invierno, nos acercamos hasta Toque Café. Ahí, muy cerca de la playa, en Bajada 25, subiendo por García Lagos y doblando en seguida por Stella Maris, nos encontramos con un pequeño gran espacio dedicado desde hace más de 18 años al encuentro y la cultura.
En el frío de la mañana. Cuanta cultura pasó ya por ese lugar. Sus paredes son mudos testigos de una historia. Que más allá de lo personal es parte de la historia de la cultura de Ciudad de la Costa. Veamos qué nos cuenta Margarita, quien está a cargo de la propuesta.
En un lugar muy cálido, pese al frío de la mañana, Margarita comienza a recordar los inicios, los antecedentes, cómo se le ocurrió fundar Toque Café. Tuvo oportunidad de establecer contacto con público de la Ciudad de la Costa, desde La Casita del Pan, en el Pinar, y luego desde Manos de la Costa en Solymar. Además de participar en la Comisión de Fomento de Parque de Solymar. Y desde ahí, constatar que la gente, además de apreciar lo artesanal, lo cuidado, se quedaba en el mostrador buscando algo más, a través de charlas de arte y cultura. Por ahí se fue generando la idea de Toque Café.
Tranversal.uy: Si tuviéramos que contarle la propuesta a los vecinos: ¿qué es Toque Café?
Margarita: Toque Café es una apuesta a lo colectivo, al encuentro y a lo cultural en todas sus expresiones.
Para seguir con las presentaciones: ¿quién es Margarita?
Soy yo (sonríe). Si bien he estado en todas las etapas impulsando y dirigiendo Toque Café, siempre fue Margarita entrelazada con un montón de gente. Y arrancamos así, yo con un ala del local dedicado a un mercado de artesanías, y Ana y Gabriela, mis dos socias, con una cafetería con libros y discos en la otra ala.
Bien, por lo que me contás esta historia es larga, yo te quisiera preguntar ¿Cómo recordás los sueños que tenían cuando comenzaron? ¿Cómo era el proyecto inicial?
¿El proyecto? El proyecto inicial era como te contaba, mercado de artesanías, cafetería, libros y discos, combinados con talleres y pequeños espectáculos o eventos. A pocos meses de arrancar, Ana y Gabriela se bajan del proyecto. Sintieron que no lo podían abarcar. Arrancamos en junio y en octubre lo dejaron. Y a partir de ahí, el proyecto se fue generando en una ida y vuelta con lo que sucedía alrededor. En el proceso he ido aprendiendo mucho y disfrutando mucho también. Fui descubriendo convicciones, conceptos, sentido de lo cultural. Estar atenta y perceptiva, abierta a lo que me rodea o se acerca.
Antes de abrir, pensamos mucho en qué nombre ponerle. Un día de mañana, me desperté con el nombre en la cabeza, lo anote enseguida: «Toque Café… toque artesanías, toque libros, toque música…; un toque de aromas, un toque de color, un toque que integra, un toque que llama. Toque Café, un lugar en la Ciudad de la Costa. Esa mañana, me desperté con esa idea, y hoy después de muchos años, procesos, etapas, eso sigue siendo eje de la propuesta.
¿Fue ese toque con todas sus derivaciones que te vino a la mente?
Sí, algo así. Tuvimos piedras fundamentales muy poderosas también. Con Miguel Fernández, que ahora vive en Domo Tortuga, hicimos un hermoso mosaico en una de las paredes linderas del local. Participaron más de sesenta personas, fue muy lindo. En la inauguración hicimos una gran fogata, hubo tambores y músicos de la zona. Había mucha necesidad de encuentro.
¿Qué otros recuerdos tenés de los inicios?
Recuerdo el festejo del primer Día del Patrimonio. Desde Toque Café siempre tuvimos presente el tema ecológico. En esa época estuvo Panario, con quien hicimos recorridas por la faja costera, charlas, con Inti Carro también. Entendimos que el patrimonio de esta zona se vinculaba más a esos temas que a los arquitectónicos como era el planteo inicial del Día del Patrimonio. Para nosotros nuestro patrimonio era la naturaleza y la gente. Hicimos una exposición con fotos de flora y fauna de la faja costera, y propuestas de talleres abiertos, con los que funcionaban en ese momento, dibujo y pintura, cestería botánica, tallado en madera, tambores.
Participamos de reuniones preparatorias con comisiones de fomento, contando nuestra propuesta. Desde ahí se organizó una recorrida en un ómnibus por el Aeropuerto, el Museo del Pan y algún lugar más, pero en esa recorrida no se incluyó a Toque Café. No se entendía todavía el concepto de patrimonio cultural e inmaterial, que se hizo evidente en festejos posteriores del Día del Patrimonio.
Ahora que me contás esto, te quiero preguntar: en todo este proceso ¿qué dificultades has encontrado en todos estos años?
Todas (risas). Imaginate: desde un principio nos manejamos desde la autogestión y la economía solidaria en todas las propuestas. Y la idea fue y es que sea autosustentable. Pero siempre falta. También hemos buscado apoyos. Nos hemos presentado a muchos proyectos del Ministerio de Educación y Cultura, de la Intendencia. Es muy evidente todo lo que se ha avanzado en el área cultural y las políticas estatales hacia la cultura en los últimos años, en particular desde la Intendencia de Montevideo y los gobiernos del Frente [Amplio]. Pero nos encontramos muchas veces con razones como que si vivimos en el sur, y la población es de un nivel socioeconómico medio-alto en nuestra zona, no se entienden nuestras necesidades y se privilegian otras propuestas. En una Ciudad de la Costa, la costa especialmente debe ser entendida como de todos. Por ejemplo, la comparsa que funcionó acá, tenía gente de todos los rincones, norte, sur, Pinar, Shangrilá. Venían caminando desde el Barrio de los Ocho, con el tambor a cuestas. A veces, con la mejor intención, se separa lo que se quiere unir.
Se puede decir que tuvimos grandes capítulos. La comparsa fue uno de ellos, los toques de música, el canto, teatro, Aborigen Feria, que nucleó artesanía y diseño, las ferias de comida saludable, y más. Hasta que en un momento aterrizó la acrobacia aérea y el circo. A partir de ese momento, capaz se puede decir que el circo reina en Toque. Se coló desde la acrobacia aérea, y eso también marca una responsabilidad importante desde la infraestructura, que ha marcado caminos. El domo geodésico llega desde asumir esa responsabilidad.
Un poco ya estamos entrando en la siguiente pregunta. Te pregunté de las dificultades, ahora quería que identificaras los logros del proyecto en estos años. Ya has enumerado muchos, ¿Cuáles otros podes mencionar?
El logro más importante: es seguir estando: la permanencia. Y creo que eso tiene que ver con que nos tomamos muy en serio lo que hacemos, un serio lleno de afecto y empatía.
¿Y si me tuvieras que decir en que está hoy Toque Café…? Ya algo me empezaste a contar. También contarme del festejo de los 18 años.
Tania, Giuliana, Vicky y yo estamos coordinando todas las actividades. Los talleres son siempre una tarea central y permanente en Toque. Y en general los docentes también se vinculan a los eventos. Lo corporal reúne casi todos los talleres actualmente. En este período estamos intentando ampliar el equipo vinculado a Toque. Y se está acercando gente muy valiosa, con muchas ganas que está incorporando una muy buena energía. En nuestra zona, por la baja densidad de población, y quizás por la vinculación y cercanía con Montevideo, se hace difícil generar grupos estables. A veces conspiran en buen sentido alguna mudanza, la pandemia reteniendo gente valiosa que trabajaba en Europa, o que se tuvo que quedar a hacer un doctorado de Bahía desde acá. También estamos poniendo especial cuidado en generar redes, en lugar de competencia, con los distintos espacios, grupos y artistas independientes. En los planes está la música, las varietés de circo, encuentros, talleres intensivos, talleres permanentes.
En relación a nuestra celebración de los 18 años, en esta oportunidad nos conectamos con la Circoteca, que es una propuesta súper interesante, que vincula una kermese tradicional de juegos con una varieté de espectáculos de circo. Los festejos siempre son propuestas que integran todas las edades, lúdicas y de espectáculos.
¿Puede ser que esta propuesta de juegos haya estado en el festejo de Retequeverde?
Si, totalmente. Noe de Retequeverde es alumna de telas de Toque Café desde hace mucho, es de la casa. Viene con su familia a casi todas las propuestas culturales, y han participado con Requete en alguna de las ferias de alimentos saludables. Te puedo decir que vi nacer y crecer Retequeverde, ¡hermoso!
Decime una cosa: si tuvieras que invitar a un vecino a Toque Café. ¿Qué le dirías?
Le diría que se acerque, si tiene ganas de ver, experimentar algo lindo, que se acerque. Si tiene una idea, relacionada con arte, ecología, empatía, solidaridad, que la acerque. En realidad, están faltando mucho estos lugares de encuentros.
Y si nos tuvieras que dar la fórmula de replicar este proyecto para que hayan más Toque Café en la Costa.
Yo creo que no hay fórmulas. Hay que estar atentos, focalizar en las cosas que realmente importan, trabajar más en red, conectando, buscando sinergias. Está demasiado instalada la práctica de la competencia. Eso nubla, no deja ver las posibilidades de lo colectivo.
Hasta aquí se podría decir que llegó la entrevista, pero la conversación siguió, charlamos largo y tendido con Margarita sobre la Ciudad, la faja costera, los accesos a la playa, los autos y las bicis, etcétera. Al final, hicimos una recorrida por las instalaciones, observamos el gran domo, la posibilidad manifiesta de Margarita de replicar ese tipo de estructuras para escenarios y otras propuestas. Seguramente como le pasa a cualquier vecino que va a Toque Café, es difícil irse. Este proyecto que ya tiene mayoría de edad, con sus 18 años mira hacia el futuro con ganas de más encuentros, más toques, más cultura.