
Comisión Pro Fomento de Shangrilá
Un tren de sueños que no para
10.11.2021 © Alejandro Denes
- Mañana calurosa de Noviembre, Transversal.uy llegó al predio de las calles Venezuela y San Francisco, la esquina de Shangrilá que no solo cobra vida cada mediodía con el bullicioso ajetreo de los escolares durante el cambio de turno de la Escuela Simón Bolívar, sino porque allí también funciona la Comisión Pro Fomento de Shangrilá. Nos recibió Venancio Rodríguez, su Presidente y habló de la historia, el presente y los sueños de esta organización.
Venancio, cuéntanos un poco sobre la historia de la Comisión Pro Fomento de Shangrilá. Si bien tú eres una persona joven, seguro que conoces los orígenes.
La Comisión Pro Fomento de Shangrilá tiene más de 45 años y uno, como vecino del barrio con más de 30 años acá, lo que notó es que hace más o menos 15 años empezó a haber una ebullición que antes no había. Yo venía a la escuela Simón Bolívar y lo que veía era un predio con un par de salones pero con muy poca vida o actividad. Ahí una barra de vecinos que por distintas razones, no sé si del azar o lo que fuere, se juntaron y empezaron a dar vida a este proyecto y me parece que el mojón fundamental fue en el 2006 cuando la biblioteca se trasladó a la comisión y empezó a funcionar en una esquina del salón. En un rinconcito armaron tres estantes y empezaron a prestar ese servicio desde la Comisión. En ese momento también comenzó el vínculo con la escuela Simón Bolívar y gurises de la escuela empezaron a cruzar para llevar libros a su casa. Ahí la biblioteca sufre una explosión tremenda al punto tal que tres años más tarde en 2009 los “viejos”, como les decimos con cariño, sintieron la necesidad de construir un edificio propio para albergarla. Esa esquina de salón se transformó en un nuevo salón todo para biblioteca. La cantidad de libros empezó a crecer, la cantidad de usuarios, los gurises de la escuela… increíblemente los locos, sin redes sociales, sin espalda, sin un proyecto atrás, soñaron con el edificio de la biblioteca y les costó cuatro años pero lo cumplieron. Y lo cumplieron con creces con un edificio que hoy disfrutamos y que significó otro quiebre más y otra explosión más en la cantidad de gente, de usuarios y de socios. Así que como te decía si bien tenemos más de 45 años, casi 48, ahí hay como un nuevo nacimiento que todo el barrio observa y reconoce. La nueva biblioteca se inauguró en 2013 y quienes vinimos después nos enamoramos del proyecto que entregó esa primera barra. Así, con esa espalda, todo se hizo mucho más fácil dentro de las dificultades que todos vivimos pero que no se comparan con el esfuerzo que realizaron esos veteranos.

Hay un anclaje importante en el barrio, la respuesta de los vecinos, ya sean usuarios de la biblioteca como socios de la comisión, creció…
Sin dudas, lo que demostró la biblioteca es que si vos ponías dos hileras de bloques la gente respondía. Los vecinos necesitaban ver y sentir que su aporte estaba justificado y yendo hacia un logro. Pero sí, la respuesta fue increíble. De hecho, en esa obra la mitad de los fondos se consiguieron a través del Ministerio de Transporte y la otra mitad, que termina siendo mucho más de la mitad luego de 4 años (inflación y precios mediante), la ponen los vecinos con infinidad de aportes anónimos, bonos colaboración, festivales, rifas, todo lo que se te pueda ocurrir, se hizo y se logró.
Ya ahí, a partir de 2014, lo que empezamos a soñar se armó a través de un proyecto madre que tuvo distintos mojones: el anfiteatro, una pista de atletismo, una pista de skate… trazamos distintos objetivos a lo largo del tiempo y ahí el primer objetivo fue el anfiteatro. Fijate que estamos hablando de 2014 y ahí empezamos a golpear puertas. Puertas que al principio se cerraron, unas cuantas, al punto de casi quebrarte anímicamente, de gastar más de 25 mil pesos en arquitectos y que vaya a un ministerio y se cajonee porque no se considera pertinente. Para nosotros fue un golpe tremendo y creíamos que no se iba a dar.
En 2017 la biblioteca seguía funcionando y era un éxito, pero nosotros creíamos que los otros pasos del proyecto se veían comprometidos. Ese año se hizo un foro abierto con vecinos, se sumó la barra joven. contratamos arquitectos jóvenes que relanzaron el proyecto, pero a riesgo de que cobraban si se conseguían los apoyos y esta vez fuimos elegidos no solo en el MTOP sino también en Educación y Cultura y después se consiguió apoyo de la intendencia y el anfiteatro, que después terminó siendo anfiteatro y rincón de juegos infantil fue una realidad. En diciembre de 2018 se inauguró con una fiesta increíble.
Esto que cuentas me hace recordar aquella frase de Galeano y la utopía: «La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar». Pero ustedes nos mostraron cómo es la fórmula para lograr que esa utopía sea realidad…
Nosotros lo que aprendimos de esa barra de veteranos de la primera ola fue la necedad, el no aflojar, el ser intensos (y vos lo sufriste de primera mano) o golpear y golpear, la anécdota de Edelweiss (E. Zaihns, bibliotecóloga) la alma mater, ella tiene problemas auditivos y siempre dice: «Nos dijeron 100 veces no, pero como yo soy un poco sorda no lo escuchaba, entonces seguíamos para adelante», y bueno ese es un poco el espíritu, estar convencidos de que vale la pena, de tener una barra de vecinos impresionante que mete para adelante y cuando vos tenés la suerte de haber visto las maravillas que ocurren acá adentro de la biblioteca decís vale la pena, hay que meter. Y esa noche de la inauguración del anfiteatro fue increíble, ahí catalizas todo… el esfuerzo, las frustraciones, la mochila y además, esa misma noche nacieron otros proyectos. Que todavía no se han concretado pero que están en el camino. En esos meses de final de 2018 y en esa interacción con el MEC nace el proyecto de la usina cultural (Usinas Culturales es un programa de la Dirección Nacional de Cultural del MEC, creado en el año 2009), proyecto que consiguió los apoyos del MTOP, los compromisos con el MEC, con la intendencia y bueno, por la situación del país se fueron dilatando. Hoy, en estos meses antes de fin de año se está consolidando y a principios del mes que viene arrancarían las obras de la segunda planta que va a albergar la usina y ese es el foco que tenemos hoy —habiendo pasado por un nuevo proyecto de ampliación de la biblioteca—.
Claro, porque estamos hablando de una segunda planta y cuando empezó el proyecto usina no había segunda planta … Y hoy estamos inaugurando la ampliación de la biblioteca. Contanos cómo fue ese proceso.
Bueno, el proyecto usina, tenía todos los sustentos los acuerdos firmados y bueno, obviamente cambio de gobierno mediante y cambios de equipos se ha dilatado. En ese ínterin lo que pasó fue que el éxito de la biblioteca continuaba y ya no teníamos más espacio, no entraba un libro más, superamos los 20 mil libros y en el edificio inicial ya no había más espacio. Entonces empezamos a delirar con ampliar la biblioteca… Se realiza el proyecto arquitectónico, se presenta al MEC, al Fondo para Infraestructuras Culturales y se obtiene el apoyo, hay otro de la intendencia… pero eso no llegaba al 50 % de los fondos necesarios. Después tenemos la triste noticia de que una de las fundadoras fallece y eso nos lleva a la increíble noticia que esa querida veterana nos legó un dinero en herencia, ese gesto fue decisorio para definir que tenían que ser para esa obra, y ahí se concreta la obra que termina costando cuatro millones de pesos y que incluye ampliación de planta baja, planta alta, terraza y a renovación total del mobiliario. En pocos meses ya estábamos abriendo y estamos locos de la vida. Cada vecino que llega no puede creer lo que es la biblioteca y es otro motor de impulso de usuarios nuevos que no la conocían, de redes de acá y de allá.
Galería de imágenes de la nueva biblioteca
Ahora están planeando para noviembre hacer una gran fiesta para la inauguración de este logro y además el lanzamiento de nuevos proyectos.
Sí, tal cual, conversando en aquella época, en mayo, cuando estaba quedando todo pronto y la gente se moría por usar la biblioteca, dijimos: «Abramos, pero no vamos a inaugurar ahora, esperemos que la pandemia mejore». Y bueno, se puso la fecha 13 de noviembre cuando todo mejore y por suerte eso viene pasando. Ese día desde las 10 de la mañana hasta la 9 de la noche invitamos a todos los vecinos a visitarla, junto a presentaciones de libros, actividades musicales, jazz, feria de artesanos, plaza gastronómica, Ruperto Rock and Roll, y un cierre de ceremonia donde vamos a emitir un corto documental que pretende hacer esto que te estoy contando, recuperar la historia de la Comisión, con un cierto enfoque en esos veteranos que entendemos son los responsables que todo esto pase.
¿Y el futuro?
Mientras estamos hablando, el grupo de 5 años de la escuela Bolívar se está yendo con libros que todas las semanas vienen a buscar, así que con ellos va el futuro. De hecho, hoy hay voluntarios que fueron usuarios de la primera hora, entonces el círculo está firme. Lo que nosotros nos trazamos a medida que se iban desarrollando estos proyectos fue la idea de construcción de un centro cultural y el Centro Cultural Shangrilá nosotros lo soñamos como un espacio de múltiples propuestas culturales donde tengamos una biblioteca de primer nivel, un anfiteatro abierto, un parque infantil de juegos, una usina cultural y una sala de teatro para cien personas. Muchos de esos objetivos se han logrado, la usina es lo que viene y la sala de teatro será el próximo. Así que como alguien dijo en el documental: «Esto es un tren de sueños que no para». Por suerte no para, hemos logrados muchos de esos sueños que parecían increíbles pero quedan muchos más y otros se van a generar en el camino. Ya hay otro proyecto que se coló ahí junto a la usina y la sala: un mercado de artesanos y gastronómico que complemente la propuesta artística. El objetivo es transformarnos en un centro de referencia para Ciudad de la Costa y para Canelones y hacerlo junto a los vecinos. Hay más de dos mil vecinos que son socios y tres mil usuarios de la biblioteca… Dónde terminaremos o dónde terminará esto es impredecible. De hecho, ya se dio a luz el proyecto de ampliación del espacio deportivo de ocio en la plazoleta de enfrente que tuvo mucho eco en las autoridades. Hay nuevos vecinos que se están sumando, van a tomar la batuta y traerán sus sueños.
Construyendo herramientas de solidaridad

Durante la pandemia, la CPFS jugó un papel muy importante en ayudar a otras organizaciones y recientemente tuvieron un evento gigante…
La realidad de la pandemia nos llevó a construir alianzas y por suerte pudimos hacer contacto con Redalco y Canastas uy. Eso nos permitió ampliar la red cuando estábamos recibiendo un volumen de ayuda y apoyo que Shangrilá, por sus características, no necesitaba. De hecho, cuando lanzamos una campaña con los vecinos para armar canastas la respuesta fue impresionante entonces el volumen de alimentos y de apoyo que conseguimos nos motivó a empezar a vincularnos con otras organizaciones de la ciudad. Ahí fue cuando el año pasado se armó una red solidaria con más de veinte organizaciones que iba desde liceos, comisiones de fomento a ollas populares y empezamos a trabajar juntos. El corolario de eso fue la cazuela gigante que hicimos en julio de 2020, donde vendimos dos mil platos con los que pudimos armar dos mil canastas y eso hizo que cada organización vendiera en su barrio esos tickets con la contrapartida que iba a tener de canastas para repartir a los vecinos que más necesitaban en su zona.
Esa experiencia fue espectacular porque, además, permitió conocernos, vincularnos, trabajar juntos y fue la semilla que hizo que este año repitiéramos la experiencia con algunas variantes, como ser que lo recaudado fuera para que cada organización lo destine a un proyecto de infraestructura o de compra de equipamiento para mejorar las condiciones en que realizan sus actividades y poder crecer en el apoyo al barrio que cada una realiza. Así fue que nos juntamos diecisiete organizaciones y cada una salió a laborar en su contexto y vender tickets para recaudar fondos. Desde la Comisión junto a la Cámara de Comercio y a Metropolitano, y con el apoyo del restaurante El Italiano, nos encargamos de la organización y la logística —que, bueno, armar una movida para preparar tres mil trescientas paellas, más allá de que teníamos la experiencia y la capacidad de El Italiano— tuvimos que armar ese evento que salió divino, la respuesta fue espectacular, esperábamos superar las dos mil del año pasado, ¡y llegamos a tres mil trescientas porque cortamos! Tuvimos que parar para poder manejar el evento y seguir aprendiendo de esta logística y movida. Solo en ese día, se vendieron quinientos tickets y se podría haber vendido el doble, sin dudas. (ver foto reportaje)
La experiencia fue espectacular y ya estamos planificando con la organización el 2022. La idea es que uno ya sepa que tiene tres o cuatro mojones en el año donde van a haber esas movidas solidarias que les va a permitir a organizaciones que no tienen tanta estructura o tanta llegada tener esos eventos donde puedan recaudar fondos. Dependerá de ellos, pero van a tener una herramienta que ha resultado muy positiva y exitosa para juntar fondos y seguir mejorando lo que hacen, además de ganar visibilidad. También en lo social fue increíble ver ese día a los gurises de Juntos por un Sueño, de Formarte, laburando, dando una mano, disfrutando de la fiesta y, sobre todo, visibilizando lo que hacen para que toda la ciudad se entere. Lograr este espacio para mostrar lo que hacen los distintos proyectos me parece una sinergia y una unión perfecta. Además, se está sumando el sector empresarial que lo está viendo con buenos ojos y está bueno seguir profundizando ese camino.
13 de Noviembre: Gran Fiestón y homenaje.

El sábado 13 de noviembre se realizó la esperada fiesta de inauguración de la biblioteca. La jornada contó con variadas actividades que se desarrollaron desde las 10 de la mañana: presentaciones de libros, maratón de lectura, feria artesanal, plaza de comidas, juegos para niños y espectáculos musicales entre los que destacamos la presentación de la familia Berocay y su show Ruperto Rocanrol. Miles de vecinos de toda la costa disfrutaron de un día radiante de primavera, atendidos por decenas de voluntarios de la Comi -como se auto refieren afectuosamente los miembros de la organización-.
Un destaque especial para los homenajes que se les hizo a todos los integrantes de este colectivo, por su esfuerzo, dedicación y entrega, especialmente a los que han denominado «los imprescindibles» (ver video) bautizando con su nombre a: la biblioteca «Tu Biblioteca Popular Shangrilá Edelweiss Zahn»; el «Parque infantil Shangrilá Julio Mourigan»; el «Anfiteatro Faustino Pérez» y el «Centro Cultural Shangrilá Cleber Ferrari».
Aplauso de pie para La Comi.