Transversal.uy: En este primer balance tocaste muchos temas que después quizás te preguntemos más en detalle. Comentaste que en la conformación del equipo hay concejales que vienen de la administración anterior. Y también mencionaste que este era el cuarto gobierno departamental en donde gobierna el Frente Amplio. Me gustaría que nos recordaras cómo han sido los gobiernos municipales anteriores, recordando además que la descentralización de tercer nivel es una forma bastante nueva de gobierno local.

Álvaro Pévere: Antes de la promulgación de la Ley de Descentralización impulsada desde el gobierno de Tabaré Vázquez y luego apoyada y aprobada en el Parlamento, había concejos Municipales. El primer concejo Municipal en la Ciudad de la Costa lo preside el compañero Héctor Jaumbeltz. Tuvo un trabajo muy significativo porque empezar de cero en la vida de los municipios requirió trabajar mucho, caminar mucho, organizar. Realmente le debemos mucho a Héctor, ese trabajo de hormiga que hizo y que sigue haciendo desde el lugar que le toca hoy. Yo creo que el día que se escriba la historia de nuestra Ciudad, Héctor Jaumbeltz va a tener un papel muy destacado por todo lo que hizo y sigue haciendo. 

Posteriormente, ya con la aplicación de la Ley, es votado Omar Rodríguez como Alcalde de la Ciudad de la Costa, que dejó también su huella por ser el primer alcalde de la Ciudad, luego se votó a Mario López Asandri, en el periodo anterior. Y por último fue electa como alcaldesa, por el voto popula, nuestra compañera Sonia Misirian. Todo tiene su historia, por cada uno se podría escribir un capítulo. 

Transversal.uy: Si tuvieras que pensar en perspectiva la descentralización en Ciudad de la Costa, ¿qué nos podrías comentar?

Álvaro Pévere: Debemos tener en cuenta que es una ciudad con un largo de 16 km, una ciudad lineal, es una ciudad que tiene 120 mil habitantes y que tiene una particularidad: no es lo mismo vivir en la costa, al sur de Giannattasio, que en el norte. Tampoco es lo mismo vivir al norte de la Interbalnearia. Son realidades políticas, sociales, económicas y culturales diferentes. Esto requeriría al menos, y es una opinión personal, compartida por otros compañeros y compañeras, que por ejemplo El Pinar en toda su dimensión, podría requerir un Municipio particular. Podría ser más extenso. Y así por lo menos tres Municipios y no uno como tenemos ahora desde hace ya cuatro gobiernos municipales. 

Esto me parece importante porque es muy difícil atender todas las temáticas. Desde lo productivo, nosotros tenemos mucho para hacer, mucho más de lo que llegamos a hacer. Porque no alcanza con regularizar ferias, que lo estamos haciendo ahora con la Feria de Lomas, y que implica un trabajo enorme porque hay que hablar con los feriantes, con los vecinos, teniendo en cuenta las normas dispuestas. Atendiendo los derechos de los que ya están registrados y de aquellos que la pandemia y la desocupación ha sumado. Gente que lleva las cosas de su hogar para venderlas y así llevar el pan a su familia. Y todo esto necesita una sensibilidad especial al momento de regularizar, porque lo primero que nosotros tenemos en cuenta, desde nuestra concepción progresista y frenteamplista, es lo social. No nos es ajeno que la gente quede sin trabajo, no  porque no quiera trabajar, sino porque la expulsan y esta es una visión del gobierno municipal. 

Transversal.uy: Esto de la descentralización tiene mucho que ver con la participación, al final de este año se convocaron por parte del gobierno municipal diferentes Cabildos abiertos, ¿qué evaluación haces de estas instancias?

Álvaro Pévere: Estas son instancias que, además de estar en la normativa municipal, son encuentros en donde el vecino y la vecina pueden hacer sus propuestas. Nosotros la aprovechamos para escuchar las inquietudes, anhelos, las críticas y las ideas. Para su realización establecimos una modalidad de taller para ir a esos cabildos. El primero lo hicimos en Santa Ana, al norte de Shangrilá, en un club social muy preocupado por lo cultural y también por lo deportivo. Es un club que tiene mucha fuerza, pero también muchas necesidades, que son las necesidades de la población en donde está inmerso. Este fue uno de los cabildos que tuvo mayor participación. El otro lo hicimos en Lomas 2, que también fue muy participativo. Al hacerse los días de semana y en un horario temprano a veces no permite la mayor participación. Esta poca participación la vemos con autocrítica, si bien hemos mejorado con respecto a experiencias anteriores, debemos mejorar y mucho. Hay que hacerlos no porque esté en la Ley, sino porque son un vínculo de participación directa. Es una instancia de escucha. 

En Santa Ana participaron más de 70 vecinos, después fue decayendo, en Lomas 2 eran unos 40 vecinos. El último fue en El Pinar en el Club de Leones, y también hicimos en Solymar Norte y Pinar Norte. En total participaron más de 150 vecinos. Para nosotros es poca gente. Esto hay que mejorarlo, pero la pregunta es ¿por qué históricamente no participan? Lo destacable es la calidad de la participación, en ese sentido el intercambio fue muy rico. Más allá de esta visión crítica o autocrítica en cantidad. Ahí el formato de taller ayudó mucho, se formaban mesas en donde se conversaba entre vecinos, lo que faltaba en la Ciudad y los diferentes aportes para mejorar. Ahí se planteaba el tema de las calles, el saneamiento, la luz, pero también propuestas novedosas y muy interesantes. 

Todo esto se está procesando y analizando para seguir avanzando. Es increíble lo que ha cambiado la Ciudad, si un extranjero hace unos años que no viene, se daría cuenta, de todas formas, hay mucho para hacer. Ahora hemos conformado una verdadera ciudad y antes se parecía mucho más a un asentamiento, como le gusta decir a nuestro compañero Juambeltz. Y si hablamos de participación, vemos que en la Audiencia Pública si participan más vecinos. Esta audiencia está fijada para el 25 de enero, en donde muchas de las propuestas y preocupaciones de los vecinos se van a contestar. En esta Audiencia también participan los directores de la Intendencia, que muchos también participaron de los cabildos. En la audiencia se va presentar el plan director, el plan de obras para el año que viene. 

También se van a presentar las dificultades que se tienen. Una de ellas, y la más importante, es la negativa de la oposición a votar el fideicomiso propuesto por la Intendencia que generaba un oxígeno para las inversiones a realizar. Detrás de toda obra, cualquier mejora en la Ciudad, siempre hay una inversión. La ausencia del fideicomiso la está sintiendo todo el departamento y también la Ciudad de la Costa. Entonces este 25 de enero a las 18 horas en el Centro Cívico de Costa Urbana, están todos los vecinos y vecinas convocados a la primera Audiencia Pública. 

Transveral-uy: Estas propuestas que realizan los vecinos y estas instancias de participación ¿cómo se vinculan con el Programa que el Frente Amplio tiene para la ciudad y ustedes intentan desarrollar?

Álvaro Pévere: Hay una concordancia entre lo que piden los vecinos y el Programa del Frente en la Costa. Lo hay porque los vecinos por ejemplo nos reclaman y hoy estamos haciendo un listado de expresiones culturales en la Costa: de músicos, de artistas, de creativos, porque esto es también trabajar sobre la identidad costera. A fines de este año se debería haber concretado una aspiración muy importante que es el Centro Cultural de la Costa. Una obra que está proyectada mismo detrás del Costa Urbana sobre uno de los lagos. Ya se está trabajando sobre el lago Buenos Aires. Este Centro Cultural va a ser un centro multipropósito, con anfiteatro, la idea es que allí tengan un lugar todas las expresiones artísticas de la Ciudad. Para ello, se está elaborando un registro, seguramente ya está habilitado en nuestra página. La idea es que sea un lugar cultural sin exclusiones. En ello está trabajando nuestro vértice social. Y esto tiene que ver con el Programa. El programa hace un fuerte hincapié en el tema de la cultura y la identidad costera, me parece que estamos en esa línea. 

El vértice territorial tiene una gran preocupación, que la tenemos todos nosotros. La ciudad ha sido pensada para que el automóvil se mueva con suma comodidad y nosotros no estamos en contra de que se hagan calles vehiculares, porque las usamos. Pero también entendemos que se deben compartir los espacios con peatones y ciclistas. Hay que buscar un equilibrio. Así que se está impulsando mucho la construcción de bicisendas. Muchas veces hemos hablado con la dirección de obras de aquellas calles que ya están asfaltadas. Aunque faltan muchas ya hay más de 4.000 kilómetros asfaltados. Se juntan dos vehículos estacionados de ambos lados, a cada lado los canaletos, y no pueden pasar vehículos por el medio y menos peatones o bicicletas. 

Y ahí llegamos a otro tema. Ya aprendimos de cuando trabajamos en la regularización de la Feria de Lomas, se puede planificar y acordar formas, pero si no hay un cuerpo inspectivo que luego controle, es muy difícil que se cumpla. Nos damos cuenta de que no alcanza con la cartelería, muchas veces el vecino va y estaciona arriba de la bicisenda. No alcanza porque a veces el vecino no tiene la conciencia de la importancia de esos espacios. Todo lleva su tiempo y esto es también es cultura. Necesitamos una ciudad más ordenada y equilibrada, en donde los niños también puedan pasear en sus bicis por la ciudad. La intervención urbana que hicimos en la feria de Lagomar, por ejemplo, en cuanto al canal Artigas, se flechó, y creamos una bicisenda con canteros. Quedó muy bien, muy lindo y la gente respeta el lugar de cada uno. También allí se creó una plaza inclusiva, va a haber una zona de food truck permanente cerca de donde está la pista de skate. 

Esa es la línea, la de crear espacios para todos, hay proyectos muy lindos. Un ejemplo es el de Punta Pinares en El Pinar que los vecinos han promocionado. Es un proyecto que entusiasma, no solo a los vecinos que están detrás de la propuesta, sino también a los que formamos parte del gobierno municipal. Todo esto forma parte del programa, pero también de lo que los vecinos plantean, el programa se cumple también escuchando a los vecinos.